Joseph Henry
(Albany, 1797-Washington, 1878) Físico estadounidense. Llevó a cabo numerosas investigaciones sobre electromagnetismo y descubrió la inducción magnética y la autoinducción producida en las bobinas. Inventó un galvanómetro y un relé eléctrico.
Hay casos en la historia en los que un hombre hace méritos suficientes para ser recordado décadas después, pero que por unas cosas u otras queda en un segundo plano. Joseph Henry, es uno de estos casos.
Trabajó en el campo de la inducción electromagnética en paralelo y sin conocer los trabajos de Faraday. Finalmente, fue este el que se llevó la fama y los méritos, debido a la tardanza de Henry en publicar sus avances. No quiere esto decir que se adelantara a Faraday, sino que este le ganó “por la mano” ya que ambos descubrieron lo mismo trabajando de forma independiente.
En 1831 inventó el telégrafo, y posteriormente lo mejoró sensiblemente para que pudiera ser usado en distancias muy largas. No patentó su idea y desarrollo y finalmente Samuel Morse, ayudado por el propio Henry, puso el invento en marcha en 1839.
Henry fue director del Instituto Smithsonian y como tal recibía peticiones de mucha gente. Uno de estos peticionarios fue Alexander Graham Bell, que en marzo de 1875 le entregó una carta de presentación. Henry le concedió audiencia y Bell le contó su teoría sobre cómo transmitir la voz y nuestro hombre le animó a hacer su invento realidad y le apoyó en sus avances. De hecho, el invento de Bell, el teléfono, habría sido imposible sin ciertos trabajos anteriores de Henry.
No es que Joseph Henry no fuera un hombre respetado y admirado en su momento, que lo fue, sino que posiblemente habría sido aún más importante para la historia de la ciencia si hubiera sido capaz de dar un poco de resonancia a sus trabajos lo antes posible. Por cierto, la unidad de inductancia se henrio en su honor.
Trabajó en el campo de la inducción electromagnética en paralelo y sin conocer los trabajos de Faraday. Finalmente, fue este el que se llevó la fama y los méritos, debido a la tardanza de Henry en publicar sus avances. No quiere esto decir que se adelantara a Faraday, sino que este le ganó “por la mano” ya que ambos descubrieron lo mismo trabajando de forma independiente.
En 1831 inventó el telégrafo, y posteriormente lo mejoró sensiblemente para que pudiera ser usado en distancias muy largas. No patentó su idea y desarrollo y finalmente Samuel Morse, ayudado por el propio Henry, puso el invento en marcha en 1839.
Henry fue director del Instituto Smithsonian y como tal recibía peticiones de mucha gente. Uno de estos peticionarios fue Alexander Graham Bell, que en marzo de 1875 le entregó una carta de presentación. Henry le concedió audiencia y Bell le contó su teoría sobre cómo transmitir la voz y nuestro hombre le animó a hacer su invento realidad y le apoyó en sus avances. De hecho, el invento de Bell, el teléfono, habría sido imposible sin ciertos trabajos anteriores de Henry.
No es que Joseph Henry no fuera un hombre respetado y admirado en su momento, que lo fue, sino que posiblemente habría sido aún más importante para la historia de la ciencia si hubiera sido capaz de dar un poco de resonancia a sus trabajos lo antes posible. Por cierto, la unidad de inductancia se henrio en su honor.
Comentarios
Publicar un comentario